Cuando tejidos de punto piqué se utilizan en aplicaciones médicas, normalmente requieren una variedad de pasos de procesamiento especiales para garantizar que cumplan con los estándares y requisitos necesarios. Estos pasos de procesamiento especiales incluyen:

Esterilización: los tejidos médicos deben esterilizarse para eliminar bacterias, virus y otros patógenos. Esto se puede lograr mediante procesos como la esterilización por vapor, la esterilización con óxido de etileno y la esterilización gamma. El método específico depende de la composición del tejido y de los requisitos de uso final.

Tratamiento antibacteriano: los tejidos de punto piqué utilizados en aplicaciones médicas pueden tratarse con un tratamiento antibacteriano para inhibir el crecimiento bacteriano y prevenir infecciones. Este tratamiento consiste en incorporar agentes antimicrobianos al tejido o aplicarlos a modo de recubrimiento.

Gestión de la humedad: los tejidos médicos deben gestionar eficazmente la humedad para garantizar que el sudor y otros líquidos sean eliminados del cuerpo. Esto incluye el uso de acabados que absorban la humedad y la incorporación de fibras hidrofílicas al tejido.

Resistencia al fuego: algunas aplicaciones médicas pueden requerir que los tejidos tengan propiedades resistentes al fuego para minimizar el riesgo de incidentes relacionados con el fuego. Para conseguirlo se pueden utilizar acabados ignífugos o fibras ignífugas exclusivas.

Propiedades de barrera: Dependiendo de la aplicación médica específica, es posible que los tejidos deban proporcionar una barrera contra líquidos, productos químicos o partículas. Esto se puede lograr aplicando una capa protectora o seleccionando materiales textiles adecuados con propiedades de barrera inherentes.

Biocompatibilidad: Para los tejidos que entran en contacto directo con la piel, es importante que sean biocompatibles, es decir, que no provoquen irritación cutánea ni reacciones alérgicas. Esto puede incluir la realización de pruebas de biocompatibilidad según las normas ISO.

Cumplimiento normativo: Finalmente, los tejidos utilizados en aplicaciones médicas deben cumplir con los estándares regulatorios y de seguridad pertinentes, como ISO 10993-5 (biocompatibilidad) e ISO 16603 (resistencia a la penetración de sangre sintética). Estos estándares garantizan que los tejidos cumplan con estándares de rendimiento específicos y sean seguros para su uso en entornos médicos.